NOS DEJARON ...

        Que sirva este rinconcito de pequeño homenaje para todos aquellos que, desgraciadamente, un día nos dejaron para cruzar al otro lado del "arcoiris". 

        Este listado es nuestro listado más triste pero, al igual que los otros, está lleno de esperanza, de la esperanza de que un día podamos encontrarnos allí  con todos ellos y, como aquí, nos llene de gozo verles mover la colita, pero esta vez, seguros de que están lejos de toda calamidad. 

La leyenda del Puente de Arcoiris (Anónimo)

Cuenta la leyenda que cuando muere un animal que ha sido muy cercano a alguien, llega a un lugar del cielo llamado el Puente del Arcoiris. Dice la leyenda, que del otro lado del puente se encuentran prados y colinas para correr y jugar. Hay suficiente espacio, comida, agua y sol para que ellos se encuentren cálidos y cómodos.

Todos los que han estado enfermos, viejos, mutilados y lastimados, son restaurados y vuelven a estar llenos de salud y energía, como los recordamos en sus mejores momentos. En este lado del Arcoiris, nuestros amigos se encuentran contentos y satisfechos, excepto por algo: cada uno de ellos extraña a ese alguien especial que dejaron del otro lado.

De pronto, mientras todos corren y juegan, alguno se detiene y fija su mirada a la distancia. Sus brillantes ojos dan un destello inusitado, está ansioso, su cuerpo se estremece y en desesperada emoción, se separa del grupo y corre a través de los verdes pastos. Cada vez, sus patas lo llevan más y más rápido. Te ha visto a mitad del puente y corre felizmente a recibirte.

Tu amigo y tú se reúnen con el gozo de saber que jamás volverán a separarse. Los húmedos lengüeteos llueven en tu rostro, mientras tus manos vuelven a acariciar a esa criatura tan amada. Vuelves a ver esa mirada llena de amor y nobleza de tu añorada mascota, quien por un tiempo estuvo ausente de tu vida, pero nunca de tu corazón.

Ahora tú y tu amigo cruzais el Puente del Arcoiris para estar juntos siempre.

 1. RUFO

Un cúmulo de circunstancias hicieron que no pudiéramos librarte de tu triste e injusto final... por ello, y por algunas cosas más, eres nuestro aliento en los momentos de desánimo. Desgraciadamente, amigo, has sido tú el primero en cruzar el puente... espero que allí, diligente como siempre, hagas de anfitrión perfecto a todos los que vayamos cruzando después. Descansa tranquilo.